El proceso de transformar un furgón (una MB180 del año 1996) en nuestro hogar nos llevó casi tres años. Acá es muy importante aclarar que ni Juli ni yo -Santi- teníamos la más mínima idea de lo que significaba trabajar la madera o la chapa, y mucho menos teníamos conocimientos sobre electricidad o conexiones de gas.

¿Cómo hicimos entonces? Si bien una vez que comenzamos a contar nuestra experiencia tuvimos una inmensa ayuda de toda la comunidad que se fue armando alrededor de nuestra cuenta de Instagram, al principio estábamos perdidísimos. Recurrimos a blogs, a Youtube, a grupos de Facebook, a foros, a cuentas de viajeros, etc. en donde íbamos encontrando posibles soluciones o respuestas a cada problema que iba surgiendo en nuestra camperización.

La idea de esta “recopilación” es volcar toda esa información que fuimos aprendiendo sumándole nuestra propia experiencia. Con cada una de nuestras pifiadas y también con los aciertos que hoy creemos indispensables. De más está decir que nada de esto sería posible sin todas esas personas que compartieron antes su experiencia y sin todos esos amigos y amigas que nos dieron una mano desinteresadamente en el largo proceso por el cual pasamos de ser dos personas completamente inútiles para cualquier tipo de manualidad a construir nuestra propia casa sobre ruedas.